La estrella enmarca al cigoto de este huevo fecundado de gallina.
El pasado miércoles, en la clase de Conocimiento del Medio, realizamos una práctica de observación de las partes de un huevo de gallina. Trajimos de casa un huevo duro, e individualmente fuimos observando dicho huevo, contestando a distintas preguntas en nuestro cuaderno y describiendo lo que íbamos encontrando al ir realizando las distintas operaciones que nos permitieron conocer su composición.
El pasado miércoles, en la clase de Conocimiento del Medio, realizamos una práctica de observación de las partes de un huevo de gallina. Trajimos de casa un huevo duro, e individualmente fuimos observando dicho huevo, contestando a distintas preguntas en nuestro cuaderno y describiendo lo que íbamos encontrando al ir realizando las distintas operaciones que nos permitieron conocer su composición.
- Describimos cómo era la cáscara y la forma externa del huevo.
- Quebramos la cáscara por el extremo más achatado del huevo y la fuimos separando de él.
- Así vimos que debajo había una membrana. Describimos y dibujamos un trozo de membrana y otro de cáscara (algunos las pegastéis en el cuaderno).
- Observamos que en el extremo más achatado del huevo había un espacio entre la clara y la cáscara (la cámara de aire).
- Cortamos el huevo duro a lo largo, por la mitad, de modo que el corte pasaba por la cámara de aire.
- Una vez cortado el huevo, observamos la clara, de color blanco, y la yema, amarillenta. Clara y yema aportan al cigoto el agua y los alimentos que necesita para convertirse en embrión y desarrollarse.
- Finalmente, hicimos un dibujo del huevo cortado señalando en él la yema, la clara y el lugar donde estaba la cámara de aire.
Además la experiencia nos permitió ver, en uno de los huevos que cortamos (su foto ilustra esta entrada), que cómo estaba ya fecundado, se había formado el cigoto (está enmarcado por una estrella) ; aunque al no haber sido incubado, no había progresado en su desarrollo embrionario.
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